En estos momentos, entre el estar
despierto y alejándome a oleadas; me llega la idea de golpe de saber, si acaso
uno puedo enamorarse de otra persona por el simple hecho de verle demasiado, de
someterse antes su imagen y lo que implica, sublimarse a la menor provocación.
la boca me sabe a sangre y en la calle un conductor me ha saludado amablemente
mientras caminaba. el clima me hace sentir que tengo el mejor olfato del mundo,
aunque realmente tengo la nariz bien reseca. alguien debió advertirme que todo
se vuelve un sinsentido absoluto mientras se galopa entre espacios de oficina.
Todas las mañanas he tenido la
rutina frenética de grabar el audio ambiente de la calle frente a mi trabajo,
porque creo que estadísticamente todos los días se hace el mismo ruido
promedio, que las señoras que salen a barrer temprano, tienen también su rutina
religiosa; a cuatro casas, un albañil también sigue un recorrido como todos los
días y recoge tablas mientras se fuma un cigarrillo. entonces ahí me tienen
sentado en los escalones de la puerta frontal, viendo a todos pasar, casi casi
la rutina perfecta. he visto pasar todos los días a las mismas personas, con
diferentes ropas, diferentes humores y diferentes conversaciones. inclusive he
visto y no entiendo del todo porque, los carros siempre son propensos a chocar
a media calle, es decir justo frente a la oficina.
he comparado los histogramas de
sonido y parecen tener los picos de audio a la misma hora, supongo que tiene
mucho que ver el ritmo de los semáforos, si alguien despierta de mal humor y se
le hace tarde, entonces acelera como desquiciado y pasa más tarde y aprisa, o
gente que despierta y manda todo al carajo y decide no ir al trabajo, porque
sienten que no nacieron para eso y sencillamente encontraran otra cosa que los
mantenga despiertos de lunes a viernes.
Todo el ruido que anda por la
ciudad es el mismo y se va compensando con los ruidos que están ausentes a
momentos del día. llegan como de golpe y así se retiran dejando estruendos a su
paso. no tengo muy en claro porque específicamente en esta etapa del año, de mi
vida o de la semana, tengo esta obsesión por el ruido y lo que en el habita,
algo tiene que me mantiene con el ojo atento, buscándole motivos a lo que llega
a mi oído. podría ser una relación estúpida, para advertirme que me voy a
quedar sordo y eso sería el fin de todo, porque entonces no te escucharía al
volver.