En los últimos días el silencio es lo más tranquilo que he
sentido. el silencio se siente en las mañanas cuando todos salen presurosos a
sus rutinas, o después del mediodía, el silencio es el llano, la sequedad de
los pastos, los espacios donde quisieras no estar.
A veces el silencio toma otras formas, como cuando estas
ausente en la ciudad y de pronto parece que no sucediera nada, el reloj no
avanza y las personas afónicas. la ciudad se vuelve holgada y aburrida como sin
una aventura entre sus calles.
De pronto todo transgrede y el silencio nos devora de un bocado,
nos hace participes en sus dinámicas, nos vuelve sus presa, nos atora entre
miradas.