Y, ademas, vos queres sol |
Es una especie de despertar, una sensación de somnolencia
que no terminas de comprender. De pronto estás atrapado entre los años de
adolescencia y no sabes ni entiendes el porque de lo que sucede. Es sábado al
mediodía y caminas sin rumbo, confundido entre sentimiento y deberes. No hay
explicación, ni tarea definida, solo se tiene la certeza de que algo ocurre, pero
estás tan encerrado en ti que apenas y puedes ver.
Es de manera absoluta un
lugar al que no se puede volver, ese lugar lejano absurdo y cálido. Todo se encuentra bien, pero hemos perdido la
pista. Lo que sigue es una lucha constante por no ceder, por tratar de
convencerse a unos mismo de mantenerse en esta ruta absurda.
Resignarse es la clave, no
hay más. nunca volverán las tardes de otoño, con el clima ralo al respirar. ni
las despejadas mañana por la preparatoria donde todos seguían en clase y la
vuelta al baño se prolongaba más de lo debido. no hay tardes de vagancia entre
tareas de equipo ni el no tener con quien convivir.
Son espacios aleatorios
dentro de todo lo que se vive y no hay una coherencia absoluta. brincos de
linea que no termino de comprender y aún así no puedo codificar la soledad, así
que concluyo en el resignarse y avanzar, porque de eso se trata la vida, la
ciencía y todo lo demás, avanzar.