Esa noche seria la graduación, la mayoría de los chicos de mi edad se preocupaban por el hecho de cómo se verían para la gran noche; a mí por otro lado me preocupaba la idea de que el universo se expande constantemente.
La ciudad esta noche se encuentra algo fría.
-Esa noche te ofrecí mi suéter, pues hacia algo de frió; como era de esperarse lo rechazaste.
Pero no importaba mas, esa era mi noche, y yo lo sabía. La ciudad era como el pequeño jardín trasero, lo conocía con exactitud, no tenía ninguna duda, respecto a ello.
Y eso no tiene relación alguna con la temperatura, se debe primordialmente a la ola de violencia que nos aqueja.
-Estabas radiante, y no lo digo porque la luz del escenario daba justo a nuestra mesa; había algo en ti que no había pensado antes y era tu expresión.
Por otro lado, Cecilia asistiría esa noche, sería la última vez que podría verla, antes de partir a la universidad.