Take 5 // W52
Una pausa para desacelerar, inspirarse y reconectar.
Umbral
El umbral es la cantidad mínima de señal que ha de estar presente para ser registrada por un sistema. Por ejemplo, la mínima cantidad de luz que puede detectar el ojo humano en la oscuridad. El umbral es la base de la exploración psicofísica de las sensibilidades (táctil, olfatoria, visual o auditiva), la cual se puede medir como: «Sensibilidad = 1/Umbral».
Para la determinación práctica del umbral se considera un 50 % de probabilidades. Es decir, «umbral» es la menor cantidad de estímulo que tiene un 50 % de probabilidades de ser detectado. Hay dos concepciones del umbral: fechneriano y no fechneriano.
El punto en que un estímulo ocasiona una transmisión de un impulso nervioso, se denomina umbral. Esta última explicación se conoce como «la ley del todo o nada».
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Esta edición parte de una idea central:
Bienvenido a la semana fantasma. Esos días extraños donde el calendario se queda sin números y la realidad se siente blanda, como un reloj derretido de Dalí. No estamos en 2025, pero el 2026 aún no nos deja entrar.
Este no es un tiempo para hacer, es un tiempo para estar. El "Umbral" es una grieta en la productividad. Es el único momento del año donde se nos permite, socialmente, no ser nadie. Disfruta la suspensión antes de que la gravedad vuelva a activarse.
El calendario es una ficción, pero los finales son reales. Estamos parados en el marco de la puerta. Atrás queda la casa vieja, con sus muebles rotos y sus fiestas acabadas; adelante está la oscuridad fértil de lo que no existe todavía. No corras. Quédate un momento aquí, en el quicio. Habita la pausa. La magia no ocurre en los años, ocurre en el segundo exacto en que uno se convierte en el otro.
así que brevemente:
inhalamos, exhalamos.
5-4-3-2-1.
1. Algo que puedas VER 👀
Párate justo debajo del marco de la puerta principal de tu casa o de tu cuarto. Mira hacia adentro (el pasado, lo conocido) y luego date la vuelta y mira hacia afuera (el futuro, el misterio, la aventura). Observa la línea física en el suelo que separa ambos mundos. Ese borde invisible es el territorio más poderoso que existe. Es el punto cero.
2. Algo que puedas TOCAR ✋
Coloca tus manos sobre el marco de esa puerta, presionando la madera o el metal con fuerza. Siente la solidez de la estructura que te permite entrar y salir. Es el testigo mudo de todas tus versiones: la que entró riendo, la que salió llorando, la que regresa hoy cambiada.
Toca el límite para saber que puedes cruzarlo.
3. Algo que puedas Escuchar
4. Algo que puedas OLER 🌿
Abre una ventana de par en par, aunque haga frío. Deja que el aire de afuera choque con el aire de adentro. Huele esa mezcla de temperatura, ese choque de atmósferas. Es el olor del cambio. El aire estancado sale, el aire nuevo entra.
Respira profundo: estás ventilando el alma.
5. Algo que puedas SABOREAR ☕
Coloca un pequeño cubo de hielo en tu lengua y resiste la urgencia de morderlo. Cierra la boca y siente el proceso: pasa de ser un objeto sólido, frío y con bordes afilados, a convertirse en agua líquida y tibia que te tragas. Es el sabor del deshielo. Estás probando en tiempo real cómo lo rígido (el pasado) se disuelve para volverse fluido (el futuro).
Bonus🎯:
En el último minuto del año (o en un momento de soledad que elijas), párate físicamente ante una puerta cerrada. Piensa en una cosa —solo una— que quieras dejar encerrada en el 2025. Nómbrala en voz baja. Luego, abre la puerta y da un paso firme hacia el otro lado. No mires atrás. Cierra la puerta detrás de ti. Lo que se quedó, se quedó.
No estamos cruzando a un año nuevo. Estamos cruzando a una nueva versión de nosotros mismos.
Si te gusto puedes compartir con quien gustes y si no, pues no.
Gracias x llegar hasta acá.



