Redención
El punto donde el error se vuelve semilla.
No importa cuán tarde llegues, si traes fuego nuevo.
Si tienes alguna imagen cotidiana que captó tu atención, puedes compartirla a
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1. Algo que puedas VER 👀
Encuentra una vieja foto tuya que no te guste.
No te rías. No te critiques.
Mírala con ternura.
Ahora escríbele una carta breve al tú de ese momento.
¿Qué hiciste desde entonces que esa persona nunca imaginó?
A veces, el comienzo se esconde en la vergüenza.
2. Algo que puedas TOCAR ✋
Haz una lista escrita a mano de 3 cosas que perdiste y, sin saberlo, te liberaron.
Puede ser una amistad, un trabajo, una versión tuya.
Recorta o rompe esa hoja.
Luego guarda un fragmento como talismán. El resto quémalo, tíralo, déjalo ir.
El error también puede ser una forma de abrir.
3. Algo que puedas ESCUCHAR 🎧
Escoge una canción de redención y mírala como un confesionario.
¿Qué parte de ti ya está listo para decir “yo también puedo cambiar”?
La redención tiene ritmo. Y su tempo es el coraje.
4. Algo que puedas OLER 🌿
Ve a un lugar al que no vas desde hace tiempo.
Busca el olor del polvo viejo, del pasado.
Y lleva contigo un nuevo aroma (incienso, crema, té).
Déjalo ahí.
Deja que el nuevo perfume reclame su espacio.
El olor también redime: cambia el lugar sin moverlo.
5. Algo que puedas SABOREAR ☕
Prepara un platillo que asocias con una mala etapa de tu vida… pero cocínalo diferente.
Con otro sazón. Otro acompañamiento. Otra intención.
Haz que tu cuerpo viva la reconciliación a través del sabor.
Redimir es saborear lo que ya no duele.
Bonus:
Haz tu “Manual de errores útiles”.
En una hoja, divide en dos columnas:
“Errores que me dolieron”.
“Lo que germinó después.”
En la parte inferior, escribe:
“Estoy dispuesto a equivocarme otra vez, si es parte de volverme alguien nuevo.”“
Redención no es pedir perdón. Es reconstruirte con lo que se rompió.
Si te gusto puedes compartir con quien gustes y si no, pues no.
hasta el siguiente viernes!