Desde que recuerdo, siempre había percibido el arte como un ente ajeno a mi vida; vengo de una familia de 5, clase media baja; la profesión predominante en mi familia siempre ha sido el comercio y el arte nunca se ha visto como algo de relevancia o utilidad en mi árbol genealógico. Al principio, tuve un desarrollo completamente racional durante gran parte de mi vida, entre buenas notas en física y matemáticas, malo para recordar fechas y sucesos históricos. mi vida académica se volvió un patio de juegos para el raciocinio. Entonces en algún punto entre el 2007-2008, no estoy seguro si comprendí o tuve una corazonada y decidí dejar lo racional, hacer un quiebre. cambié de facultad, pasé de economía a artes visuales y me fui dando cuenta que, de cierto modo, la inteligencia racional, es decir las habilidades numéricas en cierto momento serán arrebatadas de nosotros por equipos sofisticados con cierta programación para hacer tal o cual cosa, pero es ahí donde triunfa el arte, el pensamiento artístico, es un aura que no puede ser imitada ni programada, es un sentir en el momento, un espacio donde se genera en base a percepciones sentimientos y creencias. la sociedad no necesita más personas que aporten al capitalismo, ni a la producción económica; requiere de entes que cuestionen lo que sucede de maneras ajenas a lo establecido para que realmente inciten a la reflexión.
Siempre pensé/sentí que el arte estaba acaparado por otros estratos sociales, una especie de circulo fuera de alcance ordinario; Hasta que llegue aquí, a este lugar integrado por personas con ganas de hacer cosas, de colaborar, apoyarse y no declararse exhaustos por la rutina; estas líneas -las cuales he estado tecleando a lo largo de varios días entre los pequeños espacios que me deja el capitalismo, en el breve receso para al café, en el cual me tomo unos minutos para pensar más allá del día a día, entre espacios mientras estaciono o camino rumbo a la tienda- son parte de mi oponiendo resistencia, haciendo una pausa y reflexionando acerca de lo que quiero.
Quiero esto, quiero emerger poco a poco y separarme de la construcción social autoimpuesta de ser una estadística, quiero esto y lo que conlleva, he estado tan inmerso en mi rutina en los últimos meses que he olvidado esta parte de mí que me llama a crear algo más allá.
Esta es mi carta motivo, también es parte de mí y de lo que creo; soy yo tratando de ser sincero al respecto y soy yo aceptando mi punto de partida.
Hola Lugar Común.
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