Noches como esta, cuando mi madre me aborda sutilmente para
preguntarme cosas sobre A ; es lo que me intriga demasiado, es decir nunca
llevaron una relación estrecha entre ellas; mi madre es una mujer divertida, es
decir cae bien (supongo). entre tanto alboroto y conmoción suelta algunas
frases que van como estrellas ninjas a mi frente, a mi lóbulo frontal, específicamente
al casi nulo recuerdo que trata de sobrevivir entre las entrañas de la conciencia.
de pronto me está dando una cátedra sobre el amor, me dice que el amor es una
cosa que se da sin preguntarse y que se puede ver clarito y que tú te derretías
de amor por mi; mientras yo congelaba tu cariño pues no te quería.
A momentos he tenido ganas de soltarle de golpe la verdad;
que todo valió pito un sábado mientras te hacia un retrato al óleo (mismo que
abandone en las bodegas de la facultad), para ser más claro que te estabas besuqueando
y fajando aventurando con el tipo más pendejo de mi generación , en una
fiesta de mi generación; pero no, no le digo nada de eso porque mientras ella
sigue hablando, yo sigo en mi mini película mental, tratando de pensar como
decirle que simplemente no funcionaría nada entre nosotros; luego ella saca un
as bajo la manga, me dice de golpe que sabe que yo no tengo ni ganas de casarme
en este momento, pero que eso no justificaba que te hubiera cortado de golpe,
que porque el amor es algo que se tiene que manejar con cuidado, que es frágil
y que duele si se maneja mal.
Me pregunto de donde saco todo discurso Neo-romántico, si lo vivió por experiencia
propia o si es una mera alienación de la televisión y las canciones cheesy de
los 80´s
De todas maneras, el óleo me había quedado bien feo.
1 comentario:
toma clases de óleo conmigo
Liliana
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Por un momento piénsatelo bien.