De alguna manera, todo era como quieto y la gente no
preguntaba nada; de pronto me daba la impresión de que el dirigente simplemente tenía que salir al
podio y decir: oigan todo está bien, el país va mejorando y sigamos así. luego
la gente gritaría eufóricamente y regresaría a casa un poco mas cansada de lo habitual,
regresaría a recuperase para salir a producir nuevamente lo que su país les demandaba. después de algún
tiempo ya cuando las cosas no estén tan bien, como pueden indicarlos los
precios elevados en consumos básicos; la gente se preguntaría si realmente todo
va tan bien como les dijeron e irían nuevamente con su dirigente a cuestionarlo,
el simplemente subiría al podio y sacaría su graficas y porcentajes en donde
claramente se ve que todo va mejorando en el país y la gente empezaría a
sentirse mal de haber dudado de su dirigente, incluso comenzarían a
cuestionarse su posición en la sociedad. regresar a casa y la rutina de siempre.
finalmente -y digo finalmente porque el hambre no se
detiene, es algo que va calando hasta los huesos, como el frio y la soledad-
ellos se preguntarían si todo va tan bien como se les dice, pues no ven una mejoría,
pero creo que lo olvidarían fácilmente con algún partido de futbol.
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