Desde tu partida me siento vacío, vacío cuando me despierto,
vacío cuando me bebo el café a la media mañana, vacío cuando en la oficina
hablan del nuevo esquema de las campañas. es como si de pronto cayera en cuenta de que te llevaste todo contigo, te
llevaste los ruidos, los colores y las voces.
La ciudad ya no tiene más ruidos urbanos, eso podría parecer
bueno, pero con el paso del tiempo aburre. todo es un esquema de colores basados
en la escala de grises, es por eso que sé, que estoy viviendo como perro.
Lo único que queda, es tu aroma, como guardando tu espacio,
dándome breves asomos de tu paso por las calles y edificios. escéptico guardián
de tu presencia. fuera de eso todo es inmundicia y serenidad, sigo los ritmos
de la gente y casi puedo ver el final de la fila. estamos condenados todos.
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