La ciudad sigue teniendo ese pulso extraño ante el final del
año. La gente se mueve deprisa y con movimientos erráticos. Quedan vacios para
las dudas que suelen surgir un martes por la tarde. La cotidiana pregunta de saber de ti. Te has
vuelto un suceso fortuito de manera esporádica. He tenido un sueño profundo, es
por eso que no he podido contestar tu llamada. Estaba en este lugar que no conocía
y todos decían mi nombre. Unos chicos jugaban, al fondo alguien leía en un rincón.
Estoy seguro que es un libro que solía conocer.
-inserte aquí una serie de eventos que me impidieron
concluir-
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