Afuera en la ciudad, llueve invariablemente. Dentro el
silencio es la constante mas incomoda que tenemos. La raptura del viento sobre
tu cabello acompañado del los ruidos ambientales dan la pauta para las estupideces
nocturnas. Tu cuerpo da destellos de belleza que siquiera puedo imaginar. Mi habla
está un poco trabada y no tengo idea de que articular. Alguien debió haber
intervenido tiempo atrás. El volver no es alternativa, no cuando han desapareció
los caminos que nos trajeron hasta donde estamos.
Probablemente y no quiero sonar meramente estadístico, solo tenía
que perderme de un momento a otro. Esta situación de extravió me llevará de
manera directa con la mirada perdida que dejaste hace unos semáforos. No hay
nada que podamos hacer para detener esto que está sucediendo en los espacios
que se van consumiendo.
De felicidad.
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