El quererte es cosa de todos los días, lo cual podríamos tratar
de explicar cómo que tú eres un A y yo un B y la distancia es un exponente que
va creciendo lo que sentimos o al contrario yo soy un A y tú eres un B y la
distancia va disminuyendo todo, nunca se sabe, porque en las cosas de números, siempre
se pueden utilizar de un modo, al igual que pueden utilizarse de otro.
Ya sé cómo termina todo, termina con una promesa, una
esperanza, la paz; pero conozco bien todo esto y sé que ese no es el fin;
porque a la paz le sigue la angustia, el tormento y algunas dudas. la decepción
infinita de no saberte, o más bien de saberte lejos. Específicamente de saberte
en algún lugar lejano de la ciudad, en una hora determinada, mientras todo lo demás
se va al carajo.
Es la despedida más catastrófica para alguien tan pacifista,
los aledaños gritan, gimen y rasguñan. es una pelea, una que no me interesa
ganar, una que he perdido tantas veces, que no me molesta en los más mínimo. Al
menos no en este momento, porque me queda un buen tiempo por delante para que
haga efecto este suceso.
Las relaciones de números nunca terminan bien.
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