Siquiera
sé que es lo que se supone debo decir, no tengo en claro si es día laboral o
no. es una sensación de nauseas que me frecuenta por las mañanas justo antes
del desayuno. Podría sonar como un cliché bien definido al decir que nunca me
había sentido de esta manera antes. de cierta manera me gusta ser reducido a un
estereotipo. siempre termino en la misma casilla; a lo lejos sigues recogiendo
tu cabello (supongo) la ciudad se deja invadir por el calor de lo que se dice
primavera.
Nunca
había caminado así por alguien, supongo son las premuras de la noche. la noche
infinita, quejosa y complaciente. en cualquier momento podría encontrarme
conmigo, espero no me tome todo por sorpresa y termine golpeándome sin sentido.
Tengo
premura de tu voz, de los valles y crestas que va formando en el viento.
premura de los movimientos aleatorios que va generando tu sistema nervioso, ya sean
involuntarios o meramente premeditados. es la premura, misma que me hace
quererte, saberte y dudarte. premura de miradas perdidas, miradas encontradas
entre varios hilos de conversación. Nunca terminaré de entender la prisa que
suele invadirme, así como nunca terminaré de entender la invasión de las
hormigas.
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