Prométeme el mar,
prométeme la noche, las estrellas y ríos, los parajes olvidados, los arroyos
secos, las cenas íntimas, los compromisos incómodos, largos transcursos, días
aburridos, diarios dominicales, preguntas retoricas y demás artificios
relegados.
Yo cambio te daré de
bailar, la noche bohemia, el alcohol fluyente, algunas canciones de jazz, las
personas que no quieres conocer, las historias difíciles de contar mientras
pagas la fianza y el bajo mundo de personas que suelo conocer.
lo único posible es
un menjunje, una mezcla adictiva como una speedball, lo que nos va consumir las
noches, el tiempo y las fuerzas, los espacios de la ciudad y algunos guiños con
películas que no frecuentas ver.
No.
a cualquier cosa a la que realmente me gustaría
decir si.
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