Creo que la Escuela es una ucronía,
para todas las personas. O al menos debería serlo. Los arboles de decisiones
que se desentrañan con el simple hecho de una elección que no está en tus
manos. Como se alteran los resultados de nuestra “vida” en base a un evento
clave. Por ejemplo tú. Justo ahora dejas de tener tus características Humanas y
vivientes, para convertirte en una ucronía. Podría ser un sábado por la mañana,
con algo de desvelado, hojarascas y familiares. Tú eres el suceso clave de todo
lo que viene o de lo que puede no suceder.
Cuando me suceden cosas como estas, me gusta dividir la vida
en dos:
Ficción
Que son todas las cosas que pasan
un martes cualquiera mientras regreso a casa. Breves momentos donde coincidimos
en algún pasillo olvidado de la escuela. La lluvia que llega sin remordimiento.
La lámpara de seguridad en el parque detrás de mi casa. La música incidental
mientras esperamos la siguiente función del cine. Las labores domesticas y
tareas diversas mientras me preparo antes de salir. Los regresos después de una
fiesta, con el alcohol aun en el cuerpo y la visión algo nublada. El volumen de
la televisión, exagerado por la resaca.
No ficción
Tus manos rondando por la ciudad,
guardadas en algún bolsillo. Tu lectura
nocturna. Unos bocadillos entre párrafos. Las conversaciones antes de dormir.
Algunos versos espontáneos que piensas al ver a través de la ventana. Las
cartas incesantes. Las madrugadas en vela y los sonidos nocturnos. El café a
las 12:15, justo antes de comenzar una película. Las tardes en casa, mientras
todos salen. Los bailes en la fila del supermercado. El adiós a los transeúntes
mientras vienes en el autobús. Las llamadas inesperadas. Las situaciones
incomodas en espacios conocidos. Los dos chicos del colegio que solían decir
cosas sin sentido, ahora son mis compañeros en la oficina. El antiguo
pretendiente que solía escribirte poemas sin que lo supieras. Las fotografías
que te dedico, los textos breves y las noches en vela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por un momento piénsatelo bien.