Últimamente he tenido una preocupación recurrente. Una preocupación
que me llena de insomnio. No puedo evitar preguntarme que pasará con los
lugares que suelo ver de regreso a casa. En ellos he vivido grandes momento,
momentos que quedan en la memoria del lugar. Es un lenguaje nocturno que
quisiera conservar.
Mientras la urbanización va siguiendo su curso desmesurado,
estos lugares parecen estáticos esperando a quienes los puedan encontrar. En momento
quisiera matar mi insomnio recorriéndolos y viéndolos hasta que la mañana se
haga presente.
No puedo evitar sentir algo de melancolía por estos vacios
El punto central de todo, es que la ciudad está llena de gente,
que quizá sea una completa pérdida de tiempo, pero después te topas con
sonrisas como esas y dices diablos donde ha estado mi atención últimamente.
Bueno, eso no me sucederá hasta dentro de dos semanas. Estaré
muy distraído para notarlo así que seguiré pensando que la ciudad esta colmada
de gente sin sentido. En un descuido dejare caer un libro del cual no había renovado
la vigencia en la biblioteca. En esa misma calle donde extraviare el libro, será
la calle donde alguna vez me escondí de la lluvia bajo un árbol un sábado cualquiera.
Cosa que no asimilare hasta mucho tiempo después.
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