Todas las palabras están dichas, o al menos ya las conoces. No
tengo alguna palabra nueva con la cual pudiera hacerte reflexionar lo que está pasando.
El contexto es el mismo, la ciudad sigue siendo la misma dama incontrolable. Probablemente
lo único que ha cambiado es el tiempo. Creo que el tiempo es el único factor
del cambio. Podría decir que ahora mismo estoy cambiando conforme voy
escribiendo estas líneas.
No soy aquel tipo desaliñado y de cabello largo que comenzó con
estas líneas.
Es decir estoy aquí sentado donde mismo, en el mismo día, pero
algo es diferente. No es un asunto metafísico o psicológico, creo más bien que
es la vida. La puede suceder a uno de repente y sin previo aviso.
Sucede que muchas personas no están preparadas para que les
suceda la vida, ahí tienes por ejemplo a carolina, mi vecina. La vida le sucedió
mientras hacía fila para comprar las tortillas. Como todo le sucedió tan
deprisa, su reacción fue ponerse a llorar. Creo que el enfoque que ha tomado es
lo que ha hecho que se deprimiera.
Yo por mi parte, continúo con todo exactamente diferente. La
vida me sucedió una tarde en la que estaba recostado leyendo. Al principio me sentí
un poco diferente, como si de pronto olvidara todo lo que sabia y no tenía idea
de a donde quería dirigirme. Se me han ido olvidando de poco en poco las
palabras.
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