Hay algo de caos, de eso estoy seguro. Hay una gallina negra tomando agua. Hace algo de fresco en el clima. Una paloma. Hay ruido de autos pasando. Un vagabundo recostado con sus respectivos espejos. El aun no se da cuenta que ya es sábado, que la vida está comenzando después de la muerte de la noche. Hay camiones. Se escuchan campanas. No hace hambre. Hay piña. No hay escuela. Está nublado pero, el sol se deja ver un poco.
Es mañana sentí un impulso poco común, así que decidí seguirlo. Casualmente estaba en la dirección contraria a mi rutina. Vague unos momentos por el centro de la ciudad, el ruido me hizo extrañar la calma del silencio. Estuve indeciso unos minutos frente a la biblioteca, después de todo era sábado no podía pasar mi sábado en una biblioteca. Asa que para cuando decidid tomar el metro, ya estaba vagando entre sus múltiples líneas. Justo a mi lado se sentó una chica, una chica linda, llevaba una bufanda bonita y su piel era casi pálida salvo el rosado de sus labios y mejillas. Pero en esta historia la chica no tiene nada que ver salvo que se bajo en una estación la cual no recuerdo. Esta historia es sobre como pase el sábado leyendo en el metro.
Luego de algún tiempo muerto decidí ir a dibujar, recorrí todo el barrio antigua buscando que dibujar, hasta que llegue a donde vivía un vagabundo y me senté junto a él a dibujar.
Pasamos un lindo sábado.
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