“pero hay los que luchan toda la vida” me parece algo salido de Amelie, aunque en realidad es de Bertolt Brecht. Pero la imaginación es para usarse.
Luego me imagino que todo puedo haber comenzado con una llamada alrededor de las 7 AM seguramente, yo estaba dormido. No he entendido ni una palabra de lo que ha dicho y lo peor es que no me preocupa.
Aun me asusta más la idea de toparme con alguien conocido en algún baño público.
Esos asuntos, son los más incómodos, eso y la impuntualidad, aunque por lo general es de mi parte y esta sociedad esta tan ajetreada, que mi vida de mosca ya ni va con el asunto.
Me iré a vivir a un pueblito pintoresco, donde pueda salir a caminar tranquilamente los domingos. O incluso pueda recorrer veredas, y sentirme en contacto con la naturaleza.
Ahora solo me quedan los sonidos Fuss de ese solo que viene al final de la canción.
Un boleto para ir al 2002, un sábado en la noche conversando contigo y comiendo hamburguesa, mientras tú me ignorabas. Algunos infomerciales molestos, y desvelos inminentes.
También me quedan esos viernes de dibujar, cuando el tomaba su maletín y coloreábamos, indudablemente su talento es por encima mayor. Y no diré más del asunto. Aquella tarde de abril, cuando corría por los campos de futbol. Cuando solíamos regresar caminando de lugares lejanos siempre a pie. Por que no teníamos coche, por que éramos pobres, por que éramos idiotas. Solía conversar tranquilamente. Los sábados por las mañanas solía llegar a tu casa, antes de que despertaras, solía quedarme quieto y molestar gente, haciendo bromas.
Pero si el mundo es una gran maraña de historias, no me quiero ir hasta conocer los hilos fuertes de la vida.
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